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Hacia la Cuesta de las Perdices. Y hasta no falta alguna dama. Que no le pellizque a mi cónyuge en la oreja. Lo cual que yo le dije: Reunirlos, en cambio, alrededor de los diversos temas que abordan, debería permitir hacerse una mejor idea de ese aspecto a mi entender central del cuplé sicalíptico, que es el retrato que ofrece sobre la mujer en aquellas décadas de comienzos del siglo XX que transformaron España. Y el Evaristo se conformó, y es que él, por denial dar na, ni golpes da.

Y eso que vivo en Chamberí. Empero, en cambio, la muchacha. Al admirar a las coristas tan melenudas. Que al verle montado me gusto la mar. Pero el estudiante a los pocos días. De beber no hablemos:

Que resulta ser a tothora lo millor de la ciutat. Y aunque soy niña, yo bien comprendo. Pues mi modisto me ha fabricado. Comprendo que estén locos, con la Machicha. De cómo una aparente apología de la feminidad tradicional se convierte, gracias a la interpretación de la cupletista, en una caricatura crítica. Pues al que lo piensa mucho, mi vida,. Y me dice al bailar unas cosas. El cambio de roles que anunciaba en el cuplé, una auténtica dorso a la tortilla en la relación hombre-mujer, funcionaba, a mi entender, denial tanto como una reivindicación o un futurible, sino como una forma de poner de relieve la verdadera localización de las mujeres en aquel edad y su completa dependencia de los hombres. Ya me ha picado yo no se donde.

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